12/18/2006

Navidad

Cómo darse cuenta de que la Navidad está llegando:
  1. la torre del unicenter se viste de arbolito. bueno...la visten.
  2. un torcuatence cebado empapela su casa con lucecitas navideñas, e incluye enanos y hasta a veces un papa noél enorme.
  3. se hace la repartija del amigo invisible, sistema desarrollado por padres durante la crisis del 2001 para ahorrarse un par de regalos en familias numerosas (como la mia, claro). ahora, los guachos, aún pasada la crisis, y a dos días de recibir una ecosport 0km, siguen implementándolo.
  4. empiezan las discuciones de quién viene y quién no, quién trae el pavo y quién la ensalada de papas, etc, etc...tema que ya desarrolló ampliamente jes. sí jes, en todas las familias pasa lo mismo. hasta en las más mejores (que no es el caso de la mía, claro).
  5. el diario del domingo llega abultadísimo de revistas con promociones y regalos y demás folletería, a tal punto que resulta molesto.
  6. los desaforados niños torcuatenses empiezan a tirar cuetes prematuramente, cosa que yo solía hacer con mi banda barrial, y que ahora me resulta sumamente molesta. sí, otra cosa que me molesta, pero esta me "sumamente molesta". ahora...sí, ahora, en este preciso momento, entiendo a tooooda esa gente que salía a putearnos.
La navidad es todo un tema. Y cuanto más se acerca, más tema es. Siempre trae algún recuerdo, alguna anécdota...la típica: ¿cómo te enteraste que papá noel no existe? Y yo les cuento...en otro post. Junto con otras desgracias, curiosidades y boludeces que uno va a acumulando en su archivo navideño. Es inevitable...es la época.

12/15/2006

No noticia

La noticia:
"El gobierno asegura que no habrá cortes de luz durante el verano"

La contra-noticia:
Ayer, medio Don Torcuato estaba sin luz.

La buena noticia:
"Entre las 23.00hs y las 4.35 de la madrugada se podrán ver cerca de 40.000 estrellas fugaces en el cielo porteño. Los lugares alejados de la ciudad, y con poca iluminación, probablemente puedan divisar el fenómeno de mejor manera".

Ja! Así que el corte de luz me viene de pelos! (pensé yo).

La mala noticia:
Cielo absolutamente (y cuando digo absolutamente es ABSOLUTAMENTE) nublado. Más cerrado que culo de muñeca. Así que no pude ver un joraca. Ta' parió, che.

En fin. Noticia + contranoticia + buena noticia + mala noticia = no noticia. Ergo: este es un no post.

12/11/2006

Resulta que...

...el domingo me mandaron al supermercado para comprar cosas como para hacer una picadita. Entre ellas: jamón, queso, levergust(?), pickles, pan, papas fritas y cocas. Claro que, como me mandaron a mi, compré un par de cosas de yapa: Ades de naranja y un queso untable Tholem cuatro quesos, al que le tenía muchísimas (pero muchísimas!) ganas.
Cuestión que cuando llego a casa lo primero que hace mi vieja es preguntarme por qué había comprado un Ades, si sabía que a nadie le gustaba más que a mi. "No, no sabía que a NADIE le gustaba", fue mi respuesta. La discusión siguió, como de costumbre, y terminó mal...como de costumbre. Cuando por fin terminamos de discutir por eso, vió el Tholem y me dijo: "Esto no lo abrís porque tengo un mendicrim abierto, así que hasta que se termine eso no lo tocás".

Querido lector: le aseguro que lo intenté. Fui didáctico. Fui paciente. Me calenté. Mandé todo a la mierda. Pero no, no hubo manera de convencer a mi señora madre de que el Tholem no tiene absolutamente nada que ver con el insípido mendicrim light, ese que comen las viejas. El que iba a ser la vedette de la noche, mi querido quesito untable, quedo prohibido.

Obviamente...al otro día le entré durísimo. Pero, para que mi mamá no se de cuenta, cada vez que le undía una galletita adentro cuidaba de que la tapita metálica esa que traen quede sin rastros de haber sido violada. Así que después de cada incursión al queso Tholem le seguía un complicadísimo procedimiento para lograr lo antedicho. Y en una de esas incursiones se me vino a la cabeza una canción:

My friends said I should ask my age...what's my age again? What's my age again?

pd: esta aburrida y muy poco interesante anécdota es traída a ustedes por Tholem, el queso untable más untable de todos.

pd2: sí ya sé que es aburrida pero la quería escribir igual. carajo.

Los odio, sépanlón.

Te levantás. Siempre tarde, por supuesto. Le metés pata hasta la estación después de haber tomado un frugal desayuno (o no) y de un baño que podría competir en el Jiness Buk of Torcuato Recors 2007 bajo la categoría "Quién se baña más rápido un día de semana después de quedarse dormido".

Llegaste. Cagado de calor. Una cuadra antes decis: "Ya está, me relajo. Ya llegué". Pero no. El maldito monstruo metálico devora personas al que comunmente llamamos "tren" se acerca velozmente a la estación. Así que corrés, primero a la boletería (donde siempre hay una señora mayor que cuenta sus monedas a paso de tortuga), y después hasta el tren. Como el goloso tren siempre se pasa de rosca y viene hasta las manos, te colgás de una de las barandas de la puerta...en el mejor de los casos. En realidad, estadísticamente el 99% de las veces terminás abrazado a un macho que se subió en Pablo Nogués para no caerte y morir trágica-estúpida-mente cuando el tren alcance su velocidad crucero.

Y ahí es cuando los ves. Son una raza extraña, pero siempre están presentes en todas las estaciones. Son...los que llegan con tiempo para esperar el próximo tren. Sí. Ahí están. Son esa manga de hijos de puta que, mientras vos te alejás de la estación bien abrazado a tu nuevo amigo íntimo, te miran como diciendo..."Qué bueno. Hasta tengo tiempo de fumarme un puchito."

12/04/2006

Silencio

El sonido del silencio en la ciudad de Buenos Aires no existe. Más que silencio, es el murmullo del quilombo de lo lejano.


(ssshhhh!)

Conclusión

He llegado a la lamentable conclusión de que no tengo madera de blogger. Por lo menos, no ahora. Pensándolo mucho, me di cuenta que no importa cuántas cosas estes haciendo, cuántos quilombos tengas, o cuántas actividades ocupen tu tiempo...si tenés ganas de postear, posteas. Ergo, no debo tener ganas de postear.
Después lo procesé un poco...y tomé una postura un poco menos apocalíptica. "Hagamos esto", me dije. "Nada de sentir presión de postear, nada de estar pensando qué postear, nada de nada. Posteá cuando se te cante". Punto y aparte.
Así que mis queridos y escazos lectores, esa va a ser mi filosofía bloggera a partir de este momento. En realidad, debería haber sido esa mi filosofía desde un principio, pero supongo que la emoción y las ganas de tener un blog, finalmente realizadas, me pusieron ese factor de presión de "tengo que escribir algo". Al pensar en que tenía que escribir, no escribía. Cuando dejé de lado el pensamiento, volvieron las ganas de escribir...simplemente porque sí. En fin, seguramente va a haber menos posts (o quizás no!), de igual (léase: pedorra) calidad, pero con la certeza de que cada uno va a venir con ganas de mi parte!

Eso es todo!

pd: tengo que reconocer que el estar en épocas de finales y con mucho trabajo no ayuda, y mi falta de constancia en las actividades en las que me embarco tampoco. Es algo así: mucho, mucho tiempo, desparramado, enquilombado. Así (por fin me di cuenta) es mi vida.